Ricky Rubio, parar para cuidar la salud mental

Hace unos años fue Simon Biles, ahora es Ricky Rubio. Entre medias han sido varios también los deportistas de élite que han decidido frenar y renunciar a grandes acontecimientos deportivos para cuidar su salud mental. Es un paso adelante complicado pero necesario.


El base de la selección española Ricky Rubio durante un entrenamiento de la selección española. EFE/Mariscal

“He decidido parar mi actividad profesional para cuidar mi salud mental”. De esta forma se pronunció Ricky Rubio a través de un comunicado hecho público por la Federación Española de Baloncesto (FEB).

Ricky Rubio regresó a las canchas a principios de este año tras estar más de un año de baja por una lesión de ligamento cruzado de la rodilla izquierda. Estos días se encontraba concentrado en Madrid con la selección para preparar el Mundial de Baloncesto, que se disputará en Filipinas, Japón e Indonesia, del 25 de agosto al 2 de septiembre.

El base de los Cleveland Cavaliers no acudirá a la cita. En su comunicado señaló, además: “Quiero agradecer todo el apoyo que he recibido de la FEB para entender mi decisión. Hoy #LaFamilia tiene más sentido que nunca. Gracias. Pediría que se respetara mi privacidad para poder afrontar estos momentos y poder dar más información cuando sea el momento”.

Saber parar

El psicólogo deportivo Cristian Fernández subraya a EFEsalud la importancia precisamente de saber y poder parar con el fin de estar mejor en un futuro, a pesar de que ningún deportista quiere perderse competiciones importantes. Pero, en ocasiones, el problema se va acumulando y la única solución para curarse de una lesión que no se ve, pero duele, es la que ha tomado Rubio.

“Igual que, a veces, hay una lesión física y hay que tratarla con el fisio, con el traumatólogo, etcétera, pues otras situaciones donde se está emocionalmente inestable, no se sabe cómo gestionar la situación, y no se está dando el rendimiento que debería, no pasa nada por parar”, sostiene el experto.

En estos casos, prosigue Fernández, como ocurrió con la gimnasta estadounidense Simon Biles, que renunció a la final en los Juegos Olímpicos de Tokio, los deportistas pueden decir “hasta aquí, me estoy haciendo daño y lo mejor ahora mismo es parar, cuidarme y solucionar mi salud”. Ya habrá más ocasiones para competir.

Otras notas de Salud:  7 formas sencillas de ser más amable contigo mismo, según los expertos

Dos años después, el pasado 6 de agosto, ha regresado con una participación estelar en el US Classic de Chicago.

Decisiones meditadas

Una competición como un Mundial, unos Juegos Olímpicos, o un Europeo puede conllevar además una serie de factores externos que no están presentes en otras circunstancias, como el mediático. Y una presión que se autoimpone un deportista ante esa gran cita, lo que, “evidentemente, influye”.

Riky Rubio
EFE/ David Maxwell

Y este tipo de decisiones, como la Ricky Rubio, suelen estar muy meditadas.

“Suele ser hablarse con su círculo más íntimo, su familia, sus amigos más cercanos en este caso, pues seguramente el seleccionador. No es algo que a la gente le pueda pillar por sorpresa, sobre todo en ese círculo”, incide el psicólogo deportivo.

El hecho de que un deportista haya estado tiempo lesionado, también puede afectar, sobre todo a nivel emocional. Y si es de larga duración, se pasa por “muy diferentes etapas”.

La primera es un poco de duelo, donde el deportista intenta buscar una explicación, como “¿por qué me pasa esto a mí si yo me estoy cuidando?” o ” si hago todo el trabajo posible para que esto no ocurra”.

La segunda es una fase de aceptación, donde se acepta la situación que ha ocurrido y se empieza a pensar en qué es lo que hay que hacer para la mejor recuperación posible.

“Es cierto que luego durante todo el proceso, esa lesión de larga duración se pasan por diferentes etapas, donde claro hay momentos donde la evolución es constante, regular, es progresiva, pero hay otros en los que se estanca”, explica el psicólogo.

Otras notas de Salud:  cómo salvar a una victima si no hay socorrista

Cuando no dices no

¿Y qué ocurre si un deportista no decide parar a tiempo? Según el experto, termina repercutiendo de forma negativa.

En cuanto a la atención, es más complicado que esté centrado en lo que está haciendo, lo que acaba derivando en un peor rendimiento y entra en una espiral, de la que es complicado salir.

“El rendimiento es peor, me siento más frustrado por ese rendimiento y eso pues sigue derivando en que la atención sigue estando en un punto donde no debería estar y mi rendimiento sigue bajando. Entonces ahí sí que nos metemos en ese círculo vicioso donde el rendimiento no es bueno, hay una frustración elevada”, apunta.

Eso, seguramente, acaba derivando en una mayor ansiedad y estados emocionales “muy negativos”.

Un ejemplo

Y para el experto, el de Ricky Rubio es un ejemplo, como en su momento lo fue Biles para otros deportistas, para que se den cuenta “de que no pasa nada por parar y por cuidarse, en este caso por su salud mental”.

Ricky Rubio
La estadounidense Simone Biles durnate los Juegos de Tokio 2020. EFE/ José Méndez

El también psicólogo deportivo Pablo del Río en una entrevista con EFEsalud también se manifestó en su momento sobre los adversarios a los que se tienen que enfrentar los deportistas de élite y, en ocasiones, los rivales más duros a batir son ellos mismos.

Por eso, dijo Del Río en la entrevista, cuando a la rutina deportiva se incorpora el entrenamiento psicológico, no solo se busca el rendimiento deportivo, también su crecimiento personal, ayudarle a ser persona, a tomar sus decisiones.

Dejá un comentario