Si se siente atrapado en su proceso de pérdida de peso, puede ser útil identificar el hambre emocional. La conducta alimentaria puede tener muchas causas, no solo querer nutrir el cuerpo. En muchas ocasiones, Las emociones negativas y la baja capacidad para manejarlas están detrás de muchos episodios de alimentación.. Por eso, saber cuándo realmente se come por hambre y cuándo por angustia es muy útil para no enturbiar el camino de la pérdida de peso.
El hambre emocional consiste en ingerir grandes cantidades de alimentos en poco tiempo, con el fin de querer reducir emociones negativas, como la angustia o la ansiedad.
Aunque el comportamiento es el mismo que cuando se come por necesidad fisiológica, lo cierto es que existen muchas diferencias entre los dos tipos de hambre.. Con el objetivo de que por fin puedas acabar con la ansiedad por comer, ahora nos centraremos en identificar qué es el hambre emocional. ¿Qué es el hambre emocional? Como se mencionó anteriormente, el hambre emocional consiste en aliviar las emociones negativas a través de la comida.
Muchas veces se confunde con hambre real, para satisfacer una necesidad vital.
Antes de aprender a controlar el hambre emocional, es necesario saber identificarla. Por ello, vamos a enumerar sus principales características y sus causas. Características del hambre emocional Las formas en que se produce el hambre emocional son variadas. Es difícil recopilar todas sus manifestaciones, las más comunes incluyen:
- Una intensa sensación de hambre que se siente en el estómago y el pecho.
- Antes de comer aparecen emociones negativas que no pasan con el tiempo.
- Preferencia por comer alimentos ricos en grasa o azúcar.
- Atracones, es decir, comer una gran cantidad de comida con sensación de pérdida de control.
- La sensación de hambre no disminuye aunque se haya comido una gran cantidad.
Causas del hambre emocional Las causas del hambre emocional también son múltiples. Estos son los más frecuentemente observados:
- estresores cotidianos,
- pérdidas recientes,
- baja autoestima,
- sentimientos de aburrimiento,
- insomnio o problemas para dormir
- conflictos con otras personas
- problemas en el ambiente de trabajo.
Aprende a gestionar el comer emocional Ahora que ya sabes qué es el hambre emocional y cómo identificarlo, el siguiente paso es aprender a gestionarlo para que no arruine ninguna dieta. En este sentido, no existe una fórmula única para acabar con esta dificultad, sino diferentes técnicas que, aplicadas en el momento adecuado, resultan efectivas. Una de estas técnicas es la consciencia aplicada a los alimentos, o lo que se conoce como alimentación consciente. El principal objetivo de alimentación consciente Consiste en que la persona adquiera mayor conciencia sobre la alimentación en el mismo momento en que lleva a cabo esta conducta.
El ritmo de vida actual hace que sea habitual comer con distracciones, como la televisión o internet, lo que facilita perder el control sobre la comida.
De lo contrario, él alimentación consciente requiere que la persona preste toda su atención a lo que está comiendo y cómo lo está comiendo. De esta manera, se reducirá la velocidad de comer, y también se tendrá más conciencia de lo que se come.En este sentido, un estudio de la Universidad de Zaragoza afirma que la práctica del mindfulness aplicado a la alimentación podría ayudar a las personas que presentan un patrón alimentario impulsivo. Es decir, se dan atracones con frecuencia.Otra forma de acabar con el hambre emocional son las técnicas de relajación. Si una de las causas que hemos comentado anteriormente son precisamente las emociones negativas (estrés, angustia, tristeza…), es lógico pensar que todo lo que regule las emociones será eficaz para acabar con este problema. Un artículo publicado en la Revista de Terapia Ocupacional de Galicia señala que el entrenamiento en relajación es eficaz en el tratamiento de los trastornos alimentarios. Además, el mismo artículo señala que intervenciones como la arteterapia y la psicomotricidad también son recursos prometedores en el tratamiento. Presta atención a tus emociones para que no te hagan perder el control El hecho de que las emociones influyan en funciones biológicas, como el hambre o el sueño, es señal de que cuerpo y mente son en realidad dos planos relacionados. Por lo tanto, vale la pena prestar más atención a la parte psicológica y cómo está influyendo en la física. Este ejercicio de escuchar el cuerpo desde dentro se puede aplicar en caso de hambre emocional. Identificar sus síntomas, causas y conocer las técnicas para remediarlo son los mejores pasos que puedes tomar. Por último, señalar que el hambre emocional es mucho más común de lo esperado y, en la mayoría de los casos, lo que esconde son emociones negativas no gestionadas. No permitas que la comida se convierta en una carga y conviértela en una aliada a través de una buena salud mental. Te puede interesar…
- Barcia Briones, MF, Pico Macías, LA, Reyna Murillo, JL y Vélez Muñoz, DZ (2019). Las emociones y su impacto en la alimentación. Ciencias Sociales del Caribe. https://www.eumed.net/rev/caribe/2019/07/emociones-alimentacion.html/amp/
- Herreros, VE y Lorente, A. (2020). Arteterapia, psicomotricidad, relajación y masaje corporal, como tratamiento complementario en los trastornos alimentarios. Revista de Terapia Ocupacional de Galicia, 17(2), 249-253. https://www.revistatog.es/ojs/index.php/tog/article/view/98
- Morillo, H. y Campayo, JG (2017). Alimentación consciente. Psicosomática y Psiquiatría, (2).