El sobrepeso del bebé al nacer, ¿un problema?

El sobrepeso del bebé al nacer, ¿un problema?

“Aún así, este percentil 90 no siempre es una señal clara de buena salud para el bebé y, por lo tanto, una bendición para la familia. Tener sobrepeso respecto a la media puede significar lo contrario”, destaca el doctor Manuel Sánchez Luna, jefe del Servicio de Neonatología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón.

El percentil es una representación gráfica de la curva de crecimiento del bebé en función del peso, la altura y el sexo. Los percentiles se suelen fijar en dos grupos, de 0 a 2 años y de 2 a 14 años.

La media se establece en el percentil 50, valor que no reflejaría, a priori, un problema de salud concomitante por el peso del bebé.

En los percentiles 3, 10 y 25 hablaríamos de bajo peso al nacer por diferentes motivos y en los percentiles 75, 90 y 97 estaría indicando un peso al nacer superior respecto a la media; siendo el percentil 3 el exceso de delgadez y el 97 el exceso de peso o macrosomía.

Cabe señalar que estos rangos de percentiles estandarizados son valores meramente informativos para el especialista en neonatología y pediatría, ya que siempre tendrán que estar ligados a los factores genéticos del bebé y otros hitos del desarrollo.

“Muchas madres dan a luz niños y niñas grandes, de más de 4 a 4,5 kg, percentil 90, que no vienen con problemas médicos relacionados con el peso. Aunque a veces sí pasa”, apunta el también presidente de la Sociedad Española de Neonatología (seNeo).

“En este sentido, sea cual sea el caso, siempre será muy conveniente que todos los profesionales que atienden a la mujer en la última fase del embarazo conozcan el percentil fetal previo al parto para evitar dificultades, especialmente durante el proceso de expulsión del feto. bebé, bebé”, aconseja.

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Aumenta tanto el riesgo de cesárea como la posibilidad de desgarros vaginales; también, sangrado materno y complicaciones relacionadas con la cirugía y la anestesia.

Entre las causas más importantes de macrosomía se encuentran la obesidad materna, el aumento excesivo de peso (diferencia en kilogramos entre el peso materno inicial y final durante el embarazo) y la diabetes materna mal controlada.

Sin embargo, hasta el 20% de las diabetes aparentemente bien controladas dan lugar a fetos macrosómicos.

La mala nutrición materna lleva al recién nacido con sobrepeso

“No estamos hablando de familias que han traído al mundo otros bebés grandes, sino de recién nacidos cuyo elevado peso se debe a diferentes trastornos, en su mayoría por una inadecuada nutrición materna durante el embarazo: nos referimos especialmente a la diabetes gestacional”, enfoca el Dr. Sánchez Luna.

El diabetes gestacionalla que no presenta síntomas propios, es la que se diagnostica por primera vez durante el embarazo (90% de los casos), aunque puede existir antes y puede permanecer después del parto (diabetes tipo 1 o 2 en el otro 10% de las gestantes) . .

“Detectar la diabetes gestacional a tiempo es fundamental, ya que un diagnóstico tardío conlleva riesgos innecesarios. El correcto control de esta diabetes, ya sea con dieta o con insulina, evitará daños en el feto”, afirma el neonatólogo jefe de Gregorio Marañón.

En países como España, se recomienda el diagnóstico precoz de diabetes gestacional a mujeres sin síntomas entre la semana 24 y 28 de embarazo, primero con un cribado (Test de o’sullivan) y luego con una prueba de curva de glucosa.

En gestantes de alto riesgo, ya sea por sobrepeso, obesidad, antecedentes familiares, antecedentes de glucosuria, intolerancia a los hidratos de carbono, etc., se establece un estudio en la primera visita obstétrica y otro entre las 32 y 35 semanas de gestación.

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“Si no hay un control estricto de la diabetes materna, ya sea gestacional o tipo 1 o 2, podría haber un exceso de aporte de glucosa al feto y, en consecuencia, una serie de complicaciones, como el exceso de peso en el recién nacido”, reitera .

Bebé con sobrepeso al nacer

Estos bebés con sobrepeso también pueden sufrir de niveles bajos de azúcar en la sangre después del nacimiento.

“Este hecho se debe a que el bebé ha sido sometido a altas concentraciones de glucosa y el nivel de insulina del recién nacido es alto. Debemos tomar medidas ante esta posible hipoglucemia posparto y evitar consecuencias a medio y largo plazo en su desarrollo”, subraya.

“Hay que vigilar los niveles de glucosa en el bebé desde que nace, administrar la dieta muy temprano y, en algunos casos, proporcionar por vía oral, junto con la lactancia, suplementos, como geles de glucosa”, explica.

“Así mismo, en las situaciones más resistentes al tratamiento, pocas, y cuando no quede otra opción, habrá que administrar glucosa en forma de soluciones en vena”, explica.

Además, estos niños que tienen sobrepeso por un trastorno de la glucosa también podrían tener algún otro tipo de problema médico grave.

“En relación al trastorno metabólico de la madre, se pueden asociar malformaciones congénitas que afectarían al aparato digestivo (intestino), o al corazón“, apunta el jefe de Neonatología.

A los efectos sobre el recién nacido se suman los riesgos de trauma obstétrico: por ejemplo, distocia de hombros y lesión del plexo braquial.

Bebé con sobrepeso al nacer

Como norma general, por tanto, los sanitarios implicados han de ejercer un control sistemático de estos embarazos de riesgo, de forma minuciosa hacia las futuras madres con antecedentes familiares o antecedentes de trastorno metabólico por sus niveles de glucosa.

Es fundamental que todas estas mujeres reciban un seguimiento estricto desde el momento en que informan al matrona su idea de quedar embarazada.

La vigilancia y atención por parte de la matrona, la planificación del parto, la programación exacta en qué condiciones y dónde van a nacer estos niños y niñas, o la atención prenatal, perinatal y postnatal inmediata serán claves para reducir al máximo las complicaciones.

No sólo se evitarán las dificultades de la madre y el bebé en el parto, sino que se reducirán sustancialmente las complicaciones a medio y largo plazo en el bebé que pueden desencadenar los trastornos metabólicos.

En conclusión, nacer con un peso elevado, con un percentil 90, no tiene por qué conllevar complicaciones siempre que estos niños y niñas estén bien controlados desde el mismo momento del embarazo.

Dr. Manuel Sánchez Luna, jefe del Servicio de Neonatología del HGUGM y presidente de seNeo

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