Hay una tendencia que ha tomado mucha fuerza en los últimos tiempos y consiste en entrenar en ayunas para adelgazar. La desesperación de muchas personas por reducir sus medidas antropométricas y perder unos ‘kilogramos de más’ lleva a que se tomen medidas como esta. Sin embargo, no hay nada de malo en entrenar, todo lo contrario. Siempre que no se opte por medidas más extremas como el consumo de bebidas ‘milagrosas’ o fajas reductoras; no hay que olvidar que esto es más publicidad que otra cosa. Volviendo al tema del entrenamiento en ayunas, es necesario tener información, antecedentes y ejemplos reales. El objetivo que debes marcarte es comprobar si esta práctica realmente te ayuda a perder peso. Entrenar en ayunas para adelgazar, ¿qué dice la ciencia? Es probable que algunas personas recomienden entrenar en ayunas para adelgazar. Incluso utilizan frases como: “a alguna persona le ha ayudado a hacerlo, ha adelgazado mucho”. Sin embargo, la opinión de terceros no debe ser un punto de partida para que lo tomes en consideración. Menos si se trata de un asunto tan serio como entrenar sin haber consumido ningún alimento antes. Por lo tanto, Te aconsejamos revisar la opinión de profesionales sobre el tema, así como la investigación científica al respecto. A favor del entrenamiento en ayunas Durante las horas nocturnas el cuerpo se sumerge en un descanso prolongado. Allí se produce el sueño reparador y aunque el organismo está en reposo sigue consumiendo energía. Esta energía se obtiene de los alimentos consumidos durante el día anterior y de las reservas de glucógeno. Basado en eso, entrenar en ayunas significa que las reservas de glucógeno están más reducidas de lo normal y el cuerpo tendrá que obtener energía de alguna parte. En este caso, apela a los depósitos de lípidos y la quema de grasas. Según diversos estudios, entrenar en ayunas para adelgazar puede ser una opción viable por lo descrito anteriormente. Al recurrir a las reservas de lípidos, el cuerpo comenzará a oxidarlos gradualmente. Por otro lado, otra investigación indica que el entrenamiento en ayunas favorece la sensibilidad a la insulina y estimula la hormona del crecimiento. Estos factores influyen en el aumento de la masa muscular y la pérdida de grasa. No todo son buenas noticias A pesar de los estudios que avalan la quema de grasa cuando se entrena en estado vacío, otras publicaciones científicas han demostrado que las diferencias no son significativas. Incluso un estudio publicado en 2011 concluye que a la hora de realizar un ejercicio de resistencia moderada es recomendable realizar una comida ligera. De esta forma, la síntesis de lípidos mejora un poco más. Además, otras investigaciones indican que aunque el consumo de grasas puede ser mayor cuando se entrena en ayunas, la pérdida de calorías aumenta si se entrena después del desayuno. Por otro lado, muchas personas que entrenan en ayunas suelen tener problemas por falta de energía. Esto se manifiesta a través de mareos, visión borrosa e incapacidad para realizar un esfuerzo físico moderado o alto. Bajar de peso o adelgazar, ¿cuál es tu decisión? Recuerda que perder peso no es lo mismo que perder grasa. Normalmente, este tema suele ser bastante confuso, lo que lleva a cometer errores que no quieres cometer. No te preocupes, nos pasa a todos.Adelgazar se resume en adelgazar y este es el primer error que cometes. Te subes a la báscula, ves cuánto pesas y llega el arrepentimiento. Recuerda que el peso está formado por una serie de componentes como huesos, músculos, órganos y grasa. Por su parte, perder grasa se refiere a reducir las reservas de tejido adiposo en tu organismo. Para quemar grasa es necesario incluir en la dieta entrenamiento de fuerza, resistencia aeróbica y reducir el aporte calórico. Entrenar en ayunas para adelgazar o adelgazar Cuando tengas claro que lo que quieres es adelgazar y no adelgazar, debes volver al tema central. Entonces, entrenar en ayunas o no?Aunque este entrenamiento promueve la quema de grasa, No todos los organismos evolucionan de la misma manera.. Además, las rutinas de entrenamiento también deben modificarse según las necesidades y con ello se modifica la intensidad del ejercicio. En ese orden de ideas, lo más adecuado es que dejes la decisión en manos de un grupo profesional. Acude al médico, solicita estudios y diagnóstico, e inmediatamente consulta con un entrenador para pedir su opinión.
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- Domínguez Luengo, M. aC. (2014). Glucogenosis y otras alteraciones del metabolismo de los hidratos de carbono. En Farreras-Rozman. Medicina Interna. Metabolismo y Nutrición. Endocrinología. https://doi.org/10.1016/b978-84-9022-595-0.00009-0
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