La uveítis es una enfermedad ocular rara que incluye un amplio espectro de manifestaciones en el ojo, hasta la ceguera. Puede estar asociada a otras enfermedades sistémicas, como reumatología, infecciones o incluso neoplasias. Aunque puede afectar a todos los rangos de edad, es más frecuente en la población activa joven.
Actualmente, la uveítis representa la tercera causa de ceguera en España e incluye un amplio espectro de enfermedades oculares raras. Según la Sociedad Española de Reumatología, el 10% de las pérdidas visuales totales se deben a uveítis; de ahí la importancia de acudir cuanto antes al médico ante el menor síntoma.
“Puede afectar a 52 personas por cada 100.000 habitantes al año de cualquier edad en España. Según la región anatómica del ojo afectada o su causa, el tratamiento y el pronóstico de la uveítis varían”, dice el Dra. Inés Hernanz, especialista en uveítis del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Infanta Elena de Valdemoro (Madrid).
Posibles síntomas y causas
Según explica este especialista, el trastorno se manifiesta a través de la inflamación de las capas internas del ojo (úvea) y se caracteriza, entre otros síntomas, por enrojecimiento ocular, visión borrosa, disminución de la agudeza visual, moscas volantes o sensibilidad a la luz (fotofobia).
“Desde lesiones oculares hasta enfermedades inflamatorias sistémicas que están mediadas por alteraciones en nuestros mecanismos de defensa, como la enfermedad inflamatoria intestinal, el lupus, la enfermedad de Behçet, la sarcoidosis o la artritis reumatoide, entre otras, pasando por infecciones como la tuberculosis, el herpes zoster, la toxoplasmosis o la sífilis puede dar lugar a uveítis”, detalla este experto, al tiempo que reconoce que, a pesar de los avances en la materia, una de cada tres uveítis se considera hoy en día ‘idiopática’ o de origen desconocido.
Así, explica que la uveítis puede tener un origen diverso (autoinmune, infecciosa, neoplásica, paraneoplásica…), pero siempre tiene una base inmunomediada que desencadena procesos inflamatorios en el ojo. “De ahí que su tratamiento, salvo contadas excepciones, se base o complemente con la terapia inmunomoduladora”, valora el oftalmólogo del hospital Valdemoreño.
Precisamente, el Hospital Universitario Infanta Elena, integrado en la red sanitaria pública madrileña, ha puesto en marcha un servicio de atención especializada para la uveítis, fruto de esta variedad etiológica de la enfermedad que puede conducir a la ceguera.
¿Cómo se diagnostica la uveítis?
“El diagnóstico solo lo puede realizar un oftalmólogo y requiere la realización de una batería de pruebas oftalmológicas y sistémicas, que incluyen análisis de sangre, pruebas de imagen y biopsias”, señala el doctor Hernanz, al tiempo que señala que “en numerosas ocasiones” esta enfermedad requiere un abordaje multidisciplinar en colaboración con servicios como Reumatología, Medicina Interna, Neurología, Hematología y Oncología, entre otros.
Asimismo, el centro realiza el seguimiento del paciente gracias a la Consulta de Uveítis monográfica semanal, asociada a la Consulta de Uveítis-Reumatología y a la que asisten la Dra. Inés Hernanz y la Dra. Celia Arconada, jefa adjunta del Servicio de Reumatología de esta última y responsable de las uveítis del foco de su especialidad hospitalaria, que establece tratamiento sistémico y monitorea los posibles efectos adversos del medicamento.
“Un claro ejemplo de la coexistencia de enfermedad reumatológica y uveítis es la espondilitis anquilosante, ya que se estima que alrededor de un tercio de los pacientes tendrán uveítis durante el proceso de su enfermedad”, sostiene el Dr. Arconada.
tratamiento de la uveítis
Este experto también destaca que los tratamientos utilizados dependen del tipo de uveítis que tenga el paciente, y pueden ser tópicos, con colirio, o tratamientos sistémicos, principalmente por vía oral o inyectables.
“El objetivo de los tratamientos hoy en día es controlar la inflamación, además del dolor, y evitar las recurrencias y sus posibles complicaciones. Estos pueden derivar en cataratas, glaucoma, edema macular o desprendimiento de retina, entre otros”, aclara el especialista del hospital madrileño.
Sin embargo, el reumatólogo destaca que “gracias a la gran evolución de los fármacos en los últimos años”, y con la aparición de los biológicos, “el pronóstico de este tipo de enfermedades ha cambiado totalmente” mejorando la calidad de vida de los pacientes que las padecen y su entorno.