Artículo del doctor Enrique Grande sobre la cura del cáncer

El Dr. Enrique Grande, jefe del Servicio de Oncología Médica de MD Anderson Cáncer Center Madrid e impulsor del proyecto DIPCAN, analiza en este artículo los avances y retos de la curación del cáncer


Dr. Enrique Grande, jefe del Servicio de Oncología Médica de MD Anderson Cancer Center Madrid e impulsor del proyecto DIPCAN/Foto cortesía

El pasado 4 de febrero se cumplió el 23 aniversario de la instauración del Día Mundial contra el Cáncer, una fecha que pretende recordarnos anualmente la importancia de esta enfermedad -que sigue siendo una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en el mundo- pero también nos sensibiliza sobre la prevención y arroja luz sobre los avances en el diagnóstico y tratamiento.

Una conciencia que sigue siendo fundamental para seguir investigando, avanzando y creciendo.

No hace tantos años, los oncólogos en los hospitales eran considerados, en la mayoría de los casos, como meros “paliativistas” dada la falta de recursos y herramientas que teníamos para tratar la enfermedad.

Pero hemos evolucionado mucho desde entonces y ahora nuestra especialidad se ha convertido en una prioridad dentro de la atención sanitaria y los recursos que se utilizan.

De esta forma, no solo se ha mejorado el tratamiento sino también la prevención y detección precoz del cáncer.

Y es gracias a este esfuerzo común que hoy se curan el 55,3% de los pacientes varones y el 61,7% de las mujeres diagnosticadas con cáncer a nivel general.

Importantes logros en el sector oncológico

Aunque hay que seguir investigando y trabajar mucho para ayudar al porcentaje de pacientes que no lo consiguen, son importantes los logros que se han obtenido en cuanto al diagnóstico y tratamiento de la enfermedad en los últimos años.

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Por ejemplo, es fundamental destacar la detección precoz, cuya aplicación ha conseguido aumentar los casos detectados, lo que, a su vez, ha aumentado la supervivencia y la incidencia de los pacientes.

Además, el desarrollo de políticas para evitar el tabaquismo, factor muy relacionado con el desarrollo de tumores letales (según la Sociedad Española de Oncología Médica, sigue siendo responsable de hasta el 33% de los cánceres en todo el mundo), ha sido un factor clave en la concienciación para reducir la aparición de estos tumores.

Por último, cabe destacar los importantes avances que se han producido en materia de políticas de vacunación, ya que gracias a ella se han podido prevenir tumores muy comunes como el cáncer de cuello uterino.

En cuanto al tratamiento, destacaría el enorme avance tecnológico de apoyo a la cirugía, como la cirugía asistida por robot, que ha abierto muchas puertas.

También se han creado aparatos de radioterapia más modernos y precisos que han dado a los pacientes la posibilidad de recibir tratamientos específicos.

Finalmente, el desarrollo de fármacos “inteligentes” dirigidos a alteraciones moleculares específicas también está haciendo que el tratamiento y la calidad de vida mejoren significativamente, a pesar del diagnóstico.

Asimismo, es importante destacar el gran avance que se ha logrado gracias a estudios y proyectos como DIPCAN (Digitalización y Gestión de la Medicina Personalizada en Cáncer), que permiten, a través del análisis de la anatomía patológica, desarrollar una herramienta que podría servir en la investigación y en la práctica clínica diaria.

De esta forma, vamos a comprender mejor las diferencias y similitudes que pueden tener los tumores sólidos metastásicos en nuestro país.

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Toda la información que recopilemos será analizada mediante el uso de inteligencia artificial y de ahí pretendemos extraer algoritmos con los que intentaremos ayudar a más pacientes para que puedan recibir el tratamiento más adecuado.

Cáncer y progreso: objetivos y retos para 2023

En 2023, y en los próximos años, debemos seguir avanzando para obtener mejores fármacos y, sobre todo, identificar a los pacientes que más podrán beneficiarse de ellos.

En otras palabras, el objetivo debe ser conocer mejor la enfermedad neoplásica de cada paciente y orientar nuestros esfuerzos a planificar el tratamiento de forma más personalizada.

En este punto, ya no podemos ofrecer el mismo tratamiento a pacientes con un tumor de determinada localización independientemente del tamaño de la metástasis, los síntomas o si existen otras enfermedades asociadas.

Por todo ello, esperamos y deseamos que el estudio DIPCAN aporte su granito de arena para comprender mejor esta devastadora enfermedad.

Sede del MD Anderson Cancer Center Madrid/Foto cortesía

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