La historia de la joven de 20 años Elena Huelva ha causado impacto social tras su muerte. La escritora e influencer luchó durante cuatro años contra el sarcoma de Ewing, un tumor que afecta principalmente a adolescentes y adultos jóvenes
Células pintadas de un osteosarcoma. Fotografía extraída del estudio del Instituto de Salud Carlos III (IIER-ISCIII).
Él sarcoma de Ewing Es un tumor óseo maligno que se forma en los huesos o tejidos blandos. Afecta principalmente a adolescentes y adultos jóvenes, como en el caso de influenciaejem Elena Huelva y hace unos meses en el joven Tiktoker Carlos Sarriá.
Este tipo de tumor tiene predilección por los huesos largos de las extremidades o los de la pelvis, señala el Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
En algunos casos puede dar lugar a metástasis, que suele producirse en el pulmón o en los huesos, como los de la columna vertebral.
¿Cuáles son tus causas?
El sarcoma de Ewing es un cáncer genéticamente caracterizado por la fusión de áreas de dos genes: EWSR1-FLI1. Tiene su origen en las células de una de las capas del desarrollo embrionario denominada mesodérmica, tal y como explica la Asociación Española Contra el Cáncer.
Y aunque aún no se conocen las causas exactas de este tipo de tumor, se han encontrado ciertas alteraciones genéticas que lo relacionan.
Incidencia del sarcoma de Ewing
Aunque los sarcomas óseos generalmente son raros, el sarcoma de Ewing es el segundo tumor óseo más común en niños y adolescentes.
Según la Asociación Española Contra el Cáncer, una incidencia anual de 2.93 casos por cada millón de habitantes.
En cuanto a la prevalencia, es mayor durante la década de los veinte, con hasta 9-10 casos por millón de habitantes al año.
La presencia de este cáncer en niños menores de cinco años y mayores de treinta es muy rara.
sintomatología
Aunque no presenta una gran cantidad de síntomas o incluso en algunos casos no se manifiestan, el Sociedad Americana de Oncología Clínica menciona ciertos señales A qué es importante prestar atención:
- Rigidez, dolor, hinchazóncualquiera sensibilidad en el hueso o en el tejido que rodea el hueso. Aproximadamente el 85% de los niños y adultos jóvenes con sarcoma de Ewing tienen dolor intermitente y menos intenso por la noche.
- A bulto cerca de la superficie de la piel que puede sentirse cálido y suave al tacto.
- Fiebre que no cede.
- A hueso roto que ocurre sin lesión. Un tumor que crece en el hueso puede hacer que el hueso se debilite o se rompa.
Ante cualquiera de estos síntomas, es importante consultar a un especialista, ya que en el caso de que finalmente se trate de un tumor, un diagnóstico precoz permitirá un abordaje con un pronóstico más favorable.

¿Cómo se diagnostica el sarcoma de Ewing?
De cara al diagnóstico de este tipo de sarcoma, la SEOM apunta a realizar diferentes pruebas:
- A radiografía hueso simple que se completará con una tomografía axial computarizada (TC) y/o resonancia magnética nuclear (RMN).
- A biopsia del tejido tumoral, imprescindible para un buen resultado terapéutico.
- A estudio de extensión para descartar metástasis. Se utilizará una tomografía computarizada del tórax y el abdomen para descartar la participación de otros huesos esqueléticos o, en algunos casos, una tomografía por emisión de positrones (PET-CT) de cuerpo entero.
¿En qué consiste el tratamiento?
El tratamiento del sarcoma de Ewing debe ser multidisciplinar, ya que requiere varios recursos a la vez.
combinará el quimioterapia neoadyuvante (dado para reducir el tamaño del tumor antes del tratamiento principal), el cirugía y en algunos casos también radioterapia.
Pronóstico y Supervivencia
Él pronóstico La enfermedad dependerá de que haya o no metástasis, ya que conlleva un peor pronóstico; la ubicación y el tamaño del tumor; de la respuesta al tratamiento; y de edad.
Incluso después de superar la enfermedad, el seguimiento de estos pacientes debe prolongarse, ya que la mayoría de las recaídas ocurren durante los primeros cinco años.
De acuerdo con la tasa de supervivenciala Asociación Española Contra el Cáncer señala que ha ido en aumento en los últimos años, gracias a la tratamientos multimodales (quimioterapia, cirugía y radioterapia). Ha pasado de la supervivencia a cinco años de 44% al 68% y diez años después 39% al 63%.