Los expertos consideran que el coronavirus seguirá siendo un riesgo en 2023, aunque podría reducirse si se desarrolla una vacuna que prevenga el contagio (las actuales protegen de enfermedades graves) y tratamientos antivirales más efectivos.
Un hombre con mascarilla pasea por Oviedo. EFE/Eloy Alonso
La celebración de la conferenciaCovid-19: enfermedad, secuelas y perspectivas 2023trae consigo nuevas reflexiones sobre la pandemia del coronavirus: qué hemos aprendido, cuáles son los vacíos en la atención sanitaria, qué uso se le dará a la mascarilla, cuál es el futuro de las vacunas y qué signos de empeoramiento encontramos son los interrogantes sobre los que se preguntan
¿Qué nos depara el próximo año?
“Prudencia“Y”Planes estrategicoshan sido las palabras clave durante la presentación organizada por la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (RAC) y el Sociedad Española de Virología (SEV) y encabezado por emilio bozamiembro del Instituto de Investigaciones Biomédicas Gregorio Marañón y profesor del Departamento de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid.
Más allá de la forma de abordar el panorama de la pandemia, la posibilidad de reducir el riesgo que presenta y seguirá presentando el coronavirus en 2023 desde un vacuna para prevenir la infección (y no solo enfermedades graves) y más tratamientos antivirales efectivos.
Bouza, el principal ponente de la jornada, ha reflexionado sobre lo aprendido, lo que queda por aprender y las oportunidades que se vislumbran en el horizonte.
esquivar la improvisación
En su intervención, el experto señaló la necesidad de un “plan catástrofe” en Atención Primaria y un “plan de expansión” que evite la improvisación que se vivió en los hospitales durante los primeros compases de la pandemia.
“En general, las grandes catástrofes, como ha sido y es esta pandemia, deben ser lideradas por el Gobierno, pero también debe haber un centro coordinador de salud pública”, afirmó Bouza.

Tratamiento, vacunas y futuro
Pero actualmente, lo que más preocupa es el acercamiento a los estragos directos de la pandemia y la incidencia de la denominada covid larga o persistente.
En este sentido, el profesor ha hecho un balance de los avances en materia de tratosademás de incidir en el impacto de la incorporación de vacunas al panorama y el planteamiento de nuevas vías administracióncomo oral o intranasal.
De cara al futuro, el profesor Bouza ha recomendado tomar con “prudencia” las palabras del Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el fin de la pandemia. Porque todavía hay muchas preguntas sin respuesta.
Mascarillas, ¿sí o no?
Un ejemplo de ello es el debate público sobre el uso de la mascarilla. Y es que la pandemia nos ha enseñado mucho, la cuestión es si hemos asimilado o no estas enseñanzas. Queda en el aire la conveniencia de mantener su uso en determinadas circunstancias.
Hay signos de empeoramiento.
El profesor también ha participado en las jornadas RAC-SEV Alberto Boschpresidente de la Sociedad Española de Virología.
Al hablar de la situación actual, el experto acierta al definirla como un “momento de punto muerto“.
“La situación en las UCI es tranquila, pero hay indicios de que pronto podría empeorar, por debajo de lo que sucedió en las primeras oleadas de covid-19, fundamentalmente gracias a las buenas coberturas de vacunación”, señala.
Bosch nos recuerda que las vacunas que todavía se utilizan solo nos protegen de una infección grave, pero no de la infección en sí. Y aunque no sean tan virulentos, asegura que habrá variantes del virus que se escapen de la vacuna.
Impacto de la pandemia
“La pandemia de covid-19 ha tenido un fuerte impacto social y económico, y ha cambiado nuestra percepción de la salud pública”.
Esto es lo que señaló el profesor. esteban domingoinvestigador del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa y vicepresidente de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (RAC), quien destaca el papel de esta institución en la comprensión y corrección de los problemas de carácter científico que afectan a nuestra sociedad.
Sobre el futuro de la pandemia, el profesor Domingo destacó que las enfermedades infecciosas emergentes, como la COVID-19, se caracterizan por la impredecible de su evolución.
“Aún hoy se siguen dando casos de enfermedad y surgen nuevas variantes. Los fenómenos naturales que se deben a la conjunción de múltiples factores (epidemias, terremotos, tormentas, etc.) son impredecibles”, dice el profesor Domingo.
¿El coronavirus atrapará la gripe en 2023?
Según ha avanzado, es posible que el coronavirus en 2023 y los siguientes años pueda tener una situación similar a la del virus de la gripe humana. En otras palabras, la evolución del SARS-CoV-2 continuará y esto requerirá actualizaciones periódicas de las vacunas que seguirán teniendo (como las vacunas contra la gripe) una efectividad limitada.
Para las personas mayores y con enfermedades crónicas o tratamientos médicos inmunosupresores, el covid-19 seguirá siendo un problema. El especialista Esteban Domingo insiste en que la única forma de paliar esto sería encontrar una vacuna que prevenga el contagio oa partir de un tratamiento antiviral eficaz. Estamos a la espera de nuevos desarrollos.