Dicen que el ruido blanco ayuda a dormir mejor, más concretamente a conciliar el sueño. El caso es que últimamente está muy de moda. Tanto es así que es muy fácil encontrarlo en numerosas aplicaciones de música, listas de reproducción o vídeos de YouTube. Incluso existen en el mercado pequeños aparatos domésticos de ruido blanco para poner en la mesita de noche, pero… ¿es realmente efectivo?
Para empezar, definamos qué se entiende por ruido blanco. Es un sonido que integra todo el espectro de frecuencias sonoras que existen, de forma armónica y sin que ningún sonido destaque sobre otro. Por eso se llama ruido blanco, como el color blanco, que es la suma de todos los colores.
Ejemplos de ruido blanco serían el sonido de la lluvia cayendo monótona y constantemente; el romper de las olas del mar; el crepitar de la leña en la chimenea…
y en el ambiente en el hogares la que produce el televisor encendido sin sintonizar ningún canal, o incluso el ruido emitido por un ventilador.
En los últimos años se ha extendido la idea de que el ruido blanco ayuda a conciliar el sueño y hay estudios que apuntan en esa dirección, pero tampoco hay evidencias claras basadas en investigaciones publicadas, en las que las muestras no son muy amplias y las metodologías no coincidir para poder comparar resultados.
Así lo explica a EFEsalud Nieves Fuentes Sánchez, psicóloga investigadora de la Universidad Jaime I de Castellón de la Plana, cuyos estudios se centran actualmente en comprender la influencia y repercusiones de la música en el cerebro.
Según el investigador, aún queda mucho por investigar pero es cierto que hay estudios que apuntan a que escuchar ruido blanco aumenta la calidad del sueño.
Entre otros, menciona un estudio publicado en 2005 en EE. UU. que observó que los pacientes ingresados en la UCI de un hospital dormían mejor después de estar expuestos a ese sonido.
También hace referencia a una investigación que encontró que las personas que vivían en casas ruidosas en Nueva York también experimentaron una mejora en su descanso nocturno gracias al ruido blanco.
Sin embargo, añade, “podría parecer que la ciencia avala su eficacia, pero no todos los estudios apuntan en esa dirección”.
Ruido blanco, conclusiones
De hecho, en 2021 el departamento de psiquiatría experimental de la Universidad de Pennsylvania publicó una revisión sistemática de todos los estudios realizados sobre el ruido blanco y concluyó que el trabajo realizado hasta el momento no es suficiente para relacionar el ruido blanco con la mejora de la calidad del sueño.
Algunas teorías sostienen que el ruido blanco ayuda a conciliar el sueño porque enmascara otros sonidos ambientales que pueden interrumpir el descanso.
Pero, por otro lado, dice Nieves Fuentes, hay estudios que indican que el ruido blanco puede tener efectos nocivos.
el efecto de la musica
Otros estímulos auditivos, como la música, y su influencia en el sueño sí que cuentan con estudios científicos que “han demostrado que escuchar música relajante antes de dormir ayuda a conciliar el sueño y aumenta su calidad”.
Y es así porque parece que este tipo de música disminuye la actividad del sistema nervioso simpático y esta disminución hace que, por ejemplo, disminuya nuestro ritmo cardíaco o nuestra respiración.
El investigador español indica que un estudio publicado recientemente ha demostrado que las reacciones fisiológicas difieren según el tipo de música que escuchamos.
Mientras que la La música alegre activa el sistema nervioso simpático –generando una mayor respuesta cardiaca o sudoración–, la triste ralentiza su funcionamiento – ralentizar nuestro ritmo cardíaco, por ejemplo.
Nieves Fuentes participa actualmente en un estudio europeo que está llevando a cabo una investigación biomagnética destinada a comprender el estímulo emocional, excitación o inhibición, que produce la música en el cerebro, y cómo gestionar este estímulo.