El prurito es un picor que provoca un intenso rascado y cuando afecta a pacientes con enfermedad renal crónica (ERC), provoca trastornos del sueño, cambios de humor e incluso depresión.
El prurito o picazón en la enfermedad renal crónica provoca trastornos del sueño y del estado de ánimo. EFE/Paco Torrente
Según un estudio de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), el primero en aportar datos reales entre la relación entre el prurito y la enfermedad renal crónica, el 50% de los pacientes padecen este desagradable picor, el 26,7% de ellos de moderado a intenso.
Este grupo más afectado por el prurito puede sufrir cambios de humor, angustia, depresión, falta de descanso, dificultad para dormir o incluso deterioro de la función sexual y disminución del deseo.
El estudio indica que el porcentaje de pacientes con cambios en el estado de ánimo aumenta a medida que aumenta la severidad del prurito, siendo la ansiedad y la falta de descanso los parámetros más afectados, mientras que también se observa un aumento de la depresión.
La investigación también encontró que la función sexual y la disminución del deseo aumentaron con el aumento de la gravedad de la enfermedad renal crónica asociada con el prurito, así como con el aumento de los trastornos del sueño (dificultad para dormir, sueño inquieto e ingesta de medicamentos para dormir).
Por otro lado, la prevalencia de prurito fue mayor en pacientes con ERC avanzada sin diálisis, lo que sugiere un beneficio de la diálisis para reducir el prurito en estos pacientes.
El estudio también encontró que los pacientes con CKD con prurito informaron picazón en todo el cuerpo y en cualquier momento del día, aunque con más frecuencia por la noche.
Este estudio de nefrólogos españoles es la primera investigación y registro sobre el prurito asociado a la enfermedad renal crónica en el mundo y, además de conocer su impacto, pretende darlo a conocer entre pacientes y profesionales sanitarios.
“Nos ha permitido no solo realizar el primer registro de datos sobre prurito asociado a la ERC en el mundo, sino también conocer más sobre este problema, de modo que podamos establecer medidas y acciones para mejorar su tratamiento y la calidad de vida. de las personas que la padecen”, explica la doctora Patricia de Sequera, presidenta de la SEN

Prurito en la enfermedad renal, difícil de diagnosticar
A pesar de la prevalencia y el impacto negativo del prurito en pacientes con enfermedad renal crónica, “algunos nefrólogos y especialistas todavía tienden a subestimar el número de pacientes con este síntoma, y en algunos casos no tienen claro que estas graves consecuencias pueden ser causadas por él”. ”.
Así lo confirma el doctor Emilio J. Sánchez, coordinador de los registros de la SEN y uno de los responsables del estudio, junto con la doctora Nuria Aresté, nefróloga del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla.
Las causas del prurito asociado a la ERC no están claramente definidas, por lo que no es fácil encontrar un tratamiento eficaz.
El prurito puede tener muchas causas y su origen es multifactorial: toxinas del organismo que no se eliminan bien con la hemodiálisis, tener alterado el calcio y el fósforo, padecer una alteración de los receptores opioides en la piel, etc.
“Todo esto hace que los nefrólogos nos sintamos frustrados en ocasiones por no poder solucionar este problema. Los pacientes tampoco identifican la ERC como una patología relacionada con su prurito, por lo que no es raro que no transmitan este síntoma a los profesionales, dificultando su diagnóstico y la forma de actuar”, apunta la especialista.
Además, actualmente no existe un tratamiento específico para el picor, solo varias recomendaciones y consejos sanitarios para mejorar la hidratación de la piel, como beber más agua (aunque esta opción se limita a pacientes que mantienen diuresis), usar cremas hidratantes, tomar medicamentos antihistamínicos o gabapentinoides. , o realizar fototerapia, entre otros.
La presidenta de la SEN, Patricia de Sequera, considera que esta investigación es un gran paso pero subraya la necesidad de seguir investigando para mejorar las consecuencias y el tratamiento del prurito.