Ley de residuos, un empujón a favor de tu salud

Tanto el BPA como los ftalatos pueden migrar en pequeñas cantidades a los alimentos y bebidas almacenados en los materiales plásticos que los contienen, y al consumirlos contaminan nuestro organismo.

Por eso todos estamos expuestos a estos compuestos tóxicos de forma continua, explica a EFEsalud Ethel Eljarrat, Investigador científico del Departamento de Química Ambiental, IInstituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA – CSIC).

“Y aunque esta exposición no causa efectos adversos inmediatos, sí produce toxicidad crónica. Incluso en concentraciones muy pequeñas (del orden de partes por billón)”.

Se sabe que el BPA y los ftalatos son disruptores endocrinos, lo que significa que interrumpen nuestras funciones hormonales.

Además, ya existe evidencia científica de que el BPA puede afectar el desarrollo neurológico de los niños, reducir la fertilidad y desencadenar diabetes y obesidad; También se asocia con el cáncer de próstata.

Algunas investigaciones los relacionan con un mayor riesgo de problemas de aprendizaje, atención y comportamiento en los niños.

Por otra parte, existen más de 3.000 sustancias químicas distintas asociadas a los materiales plásticos y de estas, más de 60 son consideradas sustancias de alto riesgo para la salud y requerirían medidas similares, señala el investigador.

De los químicos que se le agregan al plástico, dice, hay diferentes familias, como los mencionados anteriormente o los organofosforados, y algunos también tienen propiedades tóxicas.

Así, vale la pena mencionar la retardantes de llama que se añaden para que en caso de incendio retrasen la propagación de las llamas.

Dentro de estos retardantes, algunos ya están prohibidos por el Convenio de Estocolmo, “pero sin embargo en esta nueva ley de residuos no se hace hincapié en controlar que no haya presencia de estos nuevos compuestos”.

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Y aunque está prohibido utilizarlos en materiales nuevos y se ha dado un margen hasta 2030 para reciclar materiales que los contengan, el problema va a llegar a las plantas de reciclaje a la hora de discernir qué residuos tienen presencia o no de estos. compuestos.”

Por eso, defiende Ethel Eljarrat, es necesario avanzar en el etiquetado de los productos comerciales.

“Los productores deben proporcionar etiquetas de productos que contengan información sobre todos los aditivos químicos presentes, con el fin de facilitar su discriminación en las plantas de reciclaje”.

Alternativas para ver

Volviendo al bisfenol, en esta ley de residuos solo se menciona el Bisfenol A, pero hay otros bisfenoles como el S (BFS) o el F (BPF) que pueden ser utilizados por la industria como alternativa al bisfenol A”, y ya hay estudios científicos que dicen que la toxicidad puede ser igual o superior”, añade el experto.

Y lo mismo ocurre con los ftalatos.

La Unión Europea y los Estados Unidos han restringido el uso de algunos ftalatos, como el ftalato de di(2-etilhexilo) (DEHP) y el ftalato de dibutilo (DBP), en algunos productos comerciales.

Pero otros plastificantes como el adipato de di(2-etilhexilo) (DEHA), el éster diisononílico del ácido dicarboxílico de 1,2-ciclohexano (DINCH) y el tereftalato de di(2-etilhexilo) (DEHT) los están reemplazando.

“Será necesario tener estudios sobre los posibles efectos de estos nuevos compuestos, y poder evaluar si este reemplazo es seguro o no”.

Con lo cual concluye el investigadorla nueva norma es un buen comienzo, “pero es cierto que es solo el comienzo porque nada se dice de otros compuestos que también se sabe que son muy tóxicos y que están presentes en muchos materiales plásticos”.

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Debemos tener en cuenta que nuestro organismo no es capaz de metabolizar algunos de estos compuestos químicos, con lo que los acumulamos con el consiguiente perjuicio para nuestra salud.

FOTO EFE/Stringer

sustancias nocivas permanentes

Hablamos de la perfluoroalquilados y polifluoroalquiladosun grupo de miles de productos químicos ampliamente utilizados en aplicaciones industriales y de consumo, como espumas contra incendios y recubrimientos hidrofóbicos y lipofóbicos para textiles, papel y utensilios de cocina.

el problema es que pPrácticamente todos en los países industrializados tienen sustancias perfluoroalquilo y polifluoroalquilo en su cuerpo.

Y que la exposición a estos productos se ha asociado con daño hepático, hipertensión, disminución de la respuesta inmunitaria, disminución de la fertilidad, bajo peso al nacer y cáncer testicular y renal.

esto lo explica David Boyd, Relator Especial sobre la cuestión de las obligaciones de derechos humanos relacionadas con el disfrute de un medio ambiente seguro, limpio, saludable y sostenibleen un informe recogido por el boletín de las Naciones Unidas.

Según el autor, en la Unión Europea, los costes sanitarios derivados de las eternas sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas oscilan entre 52.000 y 84.000 millones de euros al año, mientras que los costes de tratamiento y recuperación de suelos y aguas contaminadas oscilan entre 10.000 y 170.000 millones de euros .

Ley de residuos: un impulso para tu salud

En resumen, la nueva ley de residuos prohíbe la comercialización de los siguientes productos plásticos: popotes, tenedores, cuchillos, cucharas, palillos chinos, hisopos, agitadores de bebidas y palitos de plástico para globos.

También están prohibidos los envases de alimentos fabricados con poliestireno expandido (corcho blanco utilizado para alimentos de consumo inmediato) y vasos del mismo material.

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Al mismo tiempo, establece que se reduzca progresivamente la fabricación de otros productos de plástico de un solo uso, como vasos y envases para alimentos destinados al consumo inmediato. Los objetivos son una disminución del 50% en 2026 y del 70% en 2030 con respecto a 2022.

Asimismo, el texto legal establece que a partir de 2023, Los minoristas de alimentación con una superficie de más de 400 metros cuadrados destinan el 20% de su superficie a productos sin embalaje primaria, por ejemplo vendiendo a granel o utilizando envases reutilizables.

Además, los establecimientos de alimentación que vendan productos frescos y bebidas deberán aceptar que los clientes quieran llevarse el artículo en envases reutilizables (bolsas, envases, botellas…).

Por último, cabe señalar que los establecimientos de hostelería y restauración deberán ofrecer siempre a los clientes o usuarios de sus servicios la posibilidad de Consumo gratuito de agua no envasada.

También incluye una disposición que obliga a los ayuntamientos a elaborar un censo de instalaciones y sitios con asbesto con un calendario para su eliminación, y les habilita para que sus ordenanzas municipales Prohibir fumar en las playas.

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