Desde el 20 de abril nos despedimos de la mascarilla en el interior por primera vez en casi dos años debido a la pandemia. Pero no todo el mundo se sentirá aliviado, la mascarilla nos ha protegido del coronavirus, pero también de las miradas ajenas y eso puede provocar cierta zozobra social. Lo llaman síndrome de la cara vacía.
Síndrome de la cara vacía o miedo a quitarse la mascarilla. EFE/EPA/NARENDRA SHRESTHA
Algunas personas son cautelosas a la hora de quitarse la mascarilla y no es solo por miedo al contagio, sino por circunstancias que van desde la timidez hasta la ansiedad social por sentirse expuesta y es lo que algunos expertos han llamado el “síndrome del vacío”. rostro”.
“La mascarilla nos ha protegido no solo del virus, sino también de la mirada ajena, del escrutinio del otro y ha sido, en este punto, de gran ayuda para algunas personas”, explica la psicóloga Pilar Conde.
El Consejo de Ministros aprueba este martes, después de Semana Santa, el real decreto que exime de la obligación al uso de mascarillas interioruna regla que estaba en vigor desde mayo de 2020.
Nunca en dos años de pandemia había dejado de ser obligatorio en interiores, pero se había relajado su uso en exteriores cuando había distancia social, como ocurrió el pasado verano, aunque más tarde en diciembre, con la llegada de omicron, tuvimos que devolverlo. . para poner hasta el pasado 10 de febrero cuando la sexta ola de la pandemia ya estaba en fase de declive.
Pero siempre hay que llevar una o varias mascarillas. Este elemento de protección sigue siendo obligatorio en los medios de transporte y en los centros sanitarios y sociosanitarios, farmacias y otras zonas vulnerables.
El Ministerio de Sanidad recomienda llevar siempre puesta la mascarilla ante aglomeraciones en el exterior y en el interior y cuando estemos con personas vulnerables.
¿Quién podría sufrir el síndrome de la cara vacía?
Para la psicóloga Pilar Conde, “la ansiedad social puede afectar a quienes sienten más miedo de lo habitual a ser evaluados, se sienten inseguros sobre la opinión que los demás puedan tener de ellos” sin máscara.
“Son personas que tienen dificultades para llevar a cabo ciertas interacciones sociales, como hablar en público o interactuar en lugares concurridos”, señala el director técnico de Clínicas Origen.
Pero también a aquellos adolescentes y jóvenes Son otro grupo que puede tener dificultades para quitarse la máscara y padecer de alguna manera ese síndrome de la cara vacía.
La directora de la Fundación Nuevas Claves Educativas y Máster en Orientación Familiar de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), María Campo Martínez, señala que psicólogos y pedagogos perciben en los adolescentes un sentimiento de inseguridad para quitarse la mascarilla.
La mascarilla, apunta, les ayuda a estar más cómodos con “sí mismos” y “temen ser rechazados o no ser aceptados de la misma manera por sus compañeros, que son tan importantes para ellos”.
Pilar Conde añade, “es un momento de autoconocimiento y autoestima, donde las habilidades sociales y la comunicación juegan un papel importante, por lo que quitarse la máscara y exponerse de lleno en estas interacciones también puede generar cierto malestar”.

El físico también juega un papel importante, “los adolescentes están en proceso de cambio y, de repente, si no han dado la cara en su grupo o en las redes sociales, se verán obligados a hacerlo. Dos años es mucho tiempo a estas edades y pueden sentir desde desconfianza por hacerlo hasta miedo a cómo pueden ser percibidos por el resto.
Sin embargo, asegura Pilar Conde, “unas y otros se librarán del malestar sin mayor problema y solo una minoría necesitará ayuda psicológica para superarlo”.
También puede haber otro perfil de persona que simplemente tiene miedo al contagio por coronavirus al quitarse la mascarilla, sintiéndose insegura.
Por ello, la psicóloga Pilar Conde recomienda ante el síndrome de la cara vacía:
- Retire gradualmente la máscaratanto en el tiempo como en los lugares. Comience desde los lugares donde se sienta más seguro y avance desde allí.
- Actuar igual en relación a la interacción social. Comience enfrentando, primero, grupos pequeños con quien nos sintamos cómodos y avancemos progresivamente.
- date tiempo entre un paso y otro, para aprender que quitándose la máscara no pasa nada grave. Cuando se sienta cómodo en el nuevo espacio que ha conquistado, pasa al siguiente.
- En cuanto a los pequeños (era obligatorio para mayores de 6 años y ya no tendrá que usarse en las aulas) Se recomienda a los padres y educadores explicar el nuevo contexto y las excepciones a su uso.
El Gobierno ha decidido que la mascarilla ya no es obligatoria en interiores, salvo las excepciones mencionadas, una vez cambiada la estrategia de control de la covid y ahora se centra en los mayores de 60 años y en los casos vulnerables tras alcanzar el 92%. población vacunada mayor de 12 años. ¿Es un adiós o simplemente hasta luego?