No es difícil perderse entre las presiones del trabajo, el estrés familiar y las actividades cotidianas. Por el contrario, resulta muy sencillo perder el foco, cambiar la perspectiva, y sobredimensionar aspectos de la vida que realmente no deberían tener un lugar protagónico.
Pensar en la vida como una maravillosa secuencia de instantes que aparecen y se esfuman de inmediato puede parecer trillado. Sin embargo muchas veces las frases más simples son las que más sentido tienen. A pesar de entender esta percepción de la vida no muchos la internalizamos y muy pocos realmente la ponemos en acción.
Comunicarnos hoy
Uno de los principales aspectos que se ven hoy golpeados por la agitada vida que exige nuestra sociedad es la comunicación. A pesar de que estemos todo el tiempo en contacto a través de las redes sociales, las computadoras y los teléfonos celulares, realmente estamos cada vez menos comunicados entre nosotros.
¿Cuántas veces esperamos a que algo extraordinario ocurra para permitirnos expresar lo que sentimos? ¿Cuántas familias emiten palabras sordas y pasan años sin decirse el uno al otro lo importantes que son, lo mucho que valen para ellos?
Desafortunadamente debemos encontrarnos en circunstancias especiales para abrir el corazón y dejar salir lo que sentimos: enfermedades, momentos duros y viajes son algunos de los disparadores que nos llevan a exteriorizar algunas de las cosas que tenemos dentro.
Es imprescindible entender que no existen días en vano y comprender que cada instante cuenta y debe ser aprovechado. No hay peor sensación que la que se experimenta cuando despedimos a alguien sin poder decirle todo lo que deseábamos expresar. ¿Por qué esperar a ese punto? ¿Por qué no disfrutar de cada día abrazando a los que más queremos, haciéndoselos saber?
Sin arrepentimientos
La vida está llena de oportunidades, grandes y pequeñas. La vida está llena de lecciones, de aciertos y fracasos. De los éxitos se disfruta y de cada derrota se aprende, y mucho. En nosotros está alcanzar una vida llena de logros en lugar de sufrir por aquellas cosas de las que nos arrepentimos.
A continuación te presentamos algunas claves para disfrutar el presente y aprender a comunicarnos:
Aprovechar el presente
Cada día que vivimos es un regalo único y debemos atesorarlo. La elección de disfrutar cada instante en forma responsable está en nosotros y es esencial entender que la vida es frágil y no está garantizada, nuestro paso es fugaz, pero no por ello deja de ser importante para un gran número de personas, cuyas vidas tocamos de una u otra forma.
No dejar pasar oportunidades
Desaprovechar una oportunidad por miedo es un gran error. Somos los únicos responsables cuando se trata de dejar pasar oportunidades. La vida continúa y si no somos capaces de comunicarnos, amar, animarnos a crecer y luchar por lo que queremos, nadie lo hará por nosotros.
Todos tenemos un propósito
Descubrimos nuestro propósito a medida que hacemos nuestra vida. Debemos aprender a estar en paz con nosotros mismos y entender que tenemos las herramientas necesarias para alcanzar lo que nos propongamos. No hay que temer vivir la vida al máximo y apostarlo todo sin reproches, ya que parte de la belleza de la vida es ese riesgo que corremos al entregarnos por completo.
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